No estoy de cacería, ni quiero ser una presa, no voy en busca del amor, ni me interesa ser conquistada. Mi vida va por la senda de la tranquilidad y no quiero complicarme, soy feliz cumpliendo con mis responsabilidades, venciendo desafíos y alcanzando nuevas metas.
Me despierto con una sonrisa, duermo sin cuestionarme nada y miro las redes sociales sin temores. No hay infidelidades ni mentiras, no hay sorpresas ni invitaciones a fiestas de parientes de ninguna pareja. No hay suegros a los que caerles bien, no hay cuñados problemáticos, no hay bromas ni historias de cuando todos eran jóvenes y rebeldes... Estoy conforme con mi vida actual, rodeada de mis afectos de siempre.
Estoy satisfecha, y no me preocupa esa palabra con la que quieren asustarme; ser solterona no es una desgracia ni motivo de desesperación para mí, porque aprendí a ser feliz sin depender de nadie.
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